Pablo Cánepa tiene 38 años y hace tres que su cuerpo quedó inmóvil, de manera irreversible e incurable. Pide la eutanasia para, por fin, “descansar”
Pablo Cánepa tiene 38 años y hace tres que su cuerpo quedó inmóvil, de manera irreversible e incurable. Pide la eutanasia para, por fin, “descansar”