El empresario detrás de Tesla, SpaceX y X, ha trascendido el mundo empresarial para convertirse en una figura influyente en la tecnología, las finanzas, la comunicación global y la política. Su capacidad para movilizar mercados, influir en las políticas gubernamentales y redefinir las fronteras de la iniciativa privada lo ha posicionado como un actor de poder comparable al de algunas naciones, con un impacto profundo en la geopolítica del siglo XXI.