En un lunes movido, se confirmó lo que todos sospechaban: que la compañía que acaba de adquirir la filial uruguaya de Telefónica tiene en la mira el negocio de la televisación del fútbol local
En un lunes movido, se confirmó lo que todos sospechaban: que la compañía que acaba de adquirir la filial uruguaya de Telefónica tiene en la mira el negocio de la televisación del fútbol local